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MEMORIAS
TRANS (2) / Capitulo 6º / DIEZ AÑOS SIN M. ARTHUR (1)
“¿Qué es todo
en la vida? ¿Perfumes, joyas, pieles, dinero? Si es eso todo,
sí me lo dio todo. Pero me quitó lo más grande: nunca tuve un
amor.” (M. Arthur en Celtiberia Gay de Jesús Alcalde y Ricardo
Barceló).
Modesto Mangas Mateo nació en 1923 en Villavieja de Yeltes,
provincia de Salamanca.
Recuerda a su padre, (Guillermo Mangas ) como un hombre
autoritario que le reprochaba sus gustos por maquillarse y las
ropas de colores que nunca le mostró afecto y de su madre como
una resignada mujer que atendía con más cariño a su hermano y
lo dejaba al cuidado de su hermana, Lucía.
A los catorce años trabaja en un café cantante de Salamanca,
limpiando, y empieza a interesarse por las canciones de los
folclóricos que actúan, y las va memorizando. Un día le
proponen actuar, lo hace y consigue colocarse como cantante.
En sus primeras intervenciones en el espectáculo es
presentado como Modesto de la Alhambra.
Se hace amigo de otro aprendiz de artista, un joven de
quince años, al que llaman “La Penalty” (Santos Matías) y con
el que, hartos de miseria y de ser marginados por sus afectos,
(cuando no perseguidos por una panda de analfabetos salvajes
dispuestos a palizarlos)
deciden escaparse a Madrid. En la Villa y Corte se encuentra
que la súper vedette del No Pasaran, Celia Gamez, necesita
bailarines para su espectáculo. Y son contratados. De aquí en
adelante M. Arthur y La Penalty van saltando de un espectáculo
a otro mientras conocen los misterios de la noche y la
homosexualidad de los años cuarenta.
M. Arthur vuelve a ser Modesto Mangas para incorporarse al
servicio militar en Valladolid. 5ª Región Militar. De este
periodo solo recordará que cuando podía cantaba en concursos o
saraos de fiestas privadas, que el actor Paúl Newman le invitó
a una copa y de que se dejó seducir por un capitán del Tercio
que después resultó que era un chiflado que se vestía de
militar para ligar chicos.
Su historia artística pasa, según contaría M. Arthur, por
Paris y con unos éxitos privados que, los que conocíamos su
fantasía, nos hacia enarquear las cejas y nada se ha
encontrado escrito que prueben su paso por la Ciudad Luz
donde, de un local emblemático homosexual, saldría su nombre
artístico: Madame Arthur.
De nuevo en España y, tras volver a actuar en Salamanca, va
saltando de pueblo en pueblo con actuaciones, (cantaba temas
de la época), que no le reportan más que sueldos míseros y la
convierten en un “tanguista” gracias al alterne con clientes
dispuestos éstos a mariconear un rato u oficiando ceremonias
en los reservados donde demostró que era la mejor.
La aparición de un fraile dominico en su vida que le conminó
a retirarse de su “mala vida” le llevó a dejar el mundo del
espectáculo y a buscarse trabajo. Hace las maletas y vuelve
a Madrid donde consigue entrar a trabajar de sirviente en un
chalet del barrio de Salamanca donde potenciará su
refinamiento y educación servil. Pero el que ha sido mordido
por un camerino…
Son los años 50 cuando M. Arthur acompaña al señor que lo
tiene contratado a Barcelona para una visita medica y descubre
el “Barcelona de Noche” y el “Gambrinus” donde trabajan
artistas que la conocen y le ofrecen debutar. M. Arthur
adopta el nombre de “La Tula” – así le seguirán llamando sus
amigos – pero el empresario lo presentará como Madame Arthur
en el “Gambrinus”.
 |
A M. Arthur lo descubrí en los nauseabundos inicios de los
años setenta en el Cabaret “Gambrinus” que en aquellos
momentos era el escándalo de la Ciudad al presentar el
espectáculo de las trans del Carrusel de Paris. Y, además,
nos descubría que en el mundo homosexual del espectáculo había
algo más que los oficializados maricones del “Copacabana” con
Margarita y su danza del fuego a la cabeza… aquel singular
folklórico que vestido con una falda de volantes hecho de
papel de periódico dejaba que un cliente le prendiera fuego
para, al ir ardiendo, se lanzase a un baile frenético con que
conseguir apagarlo antes de convertirse en una pira funeraria.
O se plantaba delante de la Comisaría de la Vía Layetana
insultando a la policía para que lo detuviesen y lo encerrasen
con su chulo que había sido detenido por alguna” apropiación
indebida”. En el “Copacabana” ( hoy el Museo de Cera ) de las
Ramblas se adoró a la copla y el mariconeo obtuvo reclamo del
respetable que encumbraron a “La Rosalinda”, “La Gardenia”,
“Miguel de Mairena”, “Pepe Clavel”… que mantenían el petardeo
folklórico . Para el “Gambrinus”, en los 70, habría que
ponerse corbata.
Arthur era, en el “Gambrinus”, el showman que presentaba a
incógnitas del sexo que el respetable miraba embelesado sin
terminar de creerse que aquellas artistas, eróticas unas,
cantantes otras, stripers las más, pero exquisitamente
femeninas todas, no fuesen mujeres “autenticas” y no una mera
elipsis.
Entre el amplio abanico de artistas que presentó Arthur una
se convirtió en su preferida; Dolly Van Doll que, al ser
contrataba para el “Barcelona de Noche” se la llevó para
iniciar desde allí lo que sería una triunfal carrera en el
Music-Hall que terminaría creando la sala “Belle Epoque”
(primero en Valencia y después en Barcelona) paradigma de
todas las trans amantes del espectáculo con clase.
De Madame Arthur me llamó la atención,-superado el shock de
su voz atronadora-su puesta en escena; llevase lo que llevase
lo hacia con la feminidad de una modelo de pasarela, (de las
de entonces, que ahora parecen yeguas anoréxicas
alcoholizadas) que le daba a su grotesca barriga un plus de
originalidad y que, con el conjunto de su vestuario, que
mezclaba a su aire y donde nunca faltaba el brillo, terminaba
por ofrecer la imagen de un mausoleo delirante. Recuerdo que
un día se puso dos pulseras largas sobre los tobillos y, al
llevar pantys negros, le daba una gracia que imité. Y Arthur
era capaz de ponerse un sombrero de flecos de pedrería debajo
de una enorme pamela. Fui varias veces a ver el espectáculo
(en una ocasión, para el anecdotario petardil, acudió Carmen
Sevilla; ni te cuento el revuelo, pues, además de su
presencia, hubo un incendio que llenó la sala de humo,
tuvimos que salir y nos quedamos sin espectáculo, al que
tampoco pudo asistir Carmenchu Sevilla). Allí descubrí a las
trans que formaron – primero las españolas y, entre ellas,
Mitchell, la incógnita del sexo, y María de la O – la
vanguardia más artística y glamorosa con las artistas del
Carrusel de Paris, Dolly Van Doll al frente. Después
redescubriría a Arthur. en el “Barcelona de Noche” dónde
cimentó su popularidad.
 |
En 1982 publiqué en la revista Lib (Num. 229) una entrevista
a Madame Arthur (De Monsieur a Madame Arthur) en la que me
contaría su versión de los humano y divino. Hoy, gracias a
guardar los casetes de la entrevista, te ofrezco sus
declaraciones al completo:
-.
Llegué a Barcelona con un señor de Cuerpo Diplomático. Yo era
su ayuda de cámara. En aquella época ( los años 60) yo ya era
artista, pero sucedió que tuve que retirarme. Por pedírmelo,
bajo secreto de confesión, un dominico, el padre Tuya, que me
dijo que tenía que retirarme del Cabaret durante siete años.
En ese periodo en el que murieron mis padres, vinimos a
Barcelona porque el Arruga estaba tratando al señor de la
vista. A punto de cumplir los siete años me peleé con la
cocinera y me quedé en Barcelona. Llegando a la estación de
Francia me encontré con la Esperanza López y la
Angelines Navarro, también estaba la hermana de Gloria Laso,
que habían trabajado conmigo… al día siguiente debutaba como
locutor en el “Gambrinus”.
Antes de dedicarme de locutor en el Gambrinus cantaba
canciones españolas, pasodobles y esas cosas…pero de chico. En
el “Gambrinus” me encontré con “La Hortensia”. Que era Luis
Gallardo, estaba Emilio La Mora, la Manolita Soler…
En el “Gambrinus”, en aquella época, se hacia el espectáculo
mixto. De hombres y mujeres… aunque ya los chicos salían muy
afeminados, pero vestidos de hombres. Al año vendieron el
cabaret y se lo quedó Rocamora y Vigo y fue cuando ya formamos
el primer espectáculo de transformistas con Luisito Sevilla,
la Hortensia, la Gardenia, la Galliona del Copacabana… no sé
si te acuerdas de aquella delgadita que cantaba tan bien,
ahora está casado y trabaja no sé donde. La difunta Pampanini,
La Michell y yo. Éramos todos españoles.
El espectáculo fue un éxito inmediato. A la semana ya
trajeron extranjeros. Una brasileña que pintaba durante la
actuación. Después ya vino Daloa, la Ramoncita Vargas y
después la Cocinelle, la Bambi, y más tarde María de la O, no
antes vino Dodo Pigalle, Claudia La Mar y Dolly Van Doll. Esta
época fue maravillosa.
Yo no tuve problemas con la policía. Tuve uno en la calle,
pero fue de escándalo público. Era un día de Navidad y yo iba
con la Josephine. Yo hacia el primer pase de la revista en el
Gambrinus, que hacíamos dos, y me fui vestida de mujer al
“Barcelona de Noche” a felicitar las Pascuas. Al volver me
pillaron.
¿Qué iban a hacerme? Me pasé tres meses en la cárcel (en el
penal de Burgos, diría). Los del “Gambrinus” no pudieron hacer
nada para sacarme.
La muerte de Lorena Capelli fue la primera causada por un
cambio de sexo en Barcelona. La primera vez que vino a España
vino con su marido y un enano. Me lo presentó el difunto
Diego, el de la calle Conde del Asalto.
Se
le había escapado el marido. Venía vestida de mujer porque su
padre era del Cuerpo Diplomático brasileño y ella tenía ya un
papel para la policía en el que se le permitía ir vestida de
mujer por la calle. Aun no estaba operada. Cuando estuvo con
nosotras era una gran persona. El carácter fuerte se le puso
cuando se enroló en el carrusel de París.
Cuando volvió a España ya venía hecha. Quiero decir que ya no
venía con la nariz suya y llevaba silicona. Ya venía
trastornada. Pero aún no estaba operada del sexo. Esto lo
hizo cuando estaba en la sala Mario´s, que hoy es el Monroe´s
. Se fue de Barcelona hasta San Francisco de California donde
la operaron. Que era una castración.
Luego ella se echó un novio aquí, que yo lo conozco, Ramón se
llama, muy buena persona …pero era una cosa rara… un poco de
masoquismo por parte de los dos. Siempre la estaba
martirizando porque le dejaron la vagina pequeña, muy
estrecha, y ella para más profundidad quiso que un doctor se
la hiciera mayor. Ella murió de una peritonitis.
El “Gambrinus” lo cerraron la primera vez por rivalidades de
empresas y la segunda dijeron que por drogas, dijeron porque
yo no lo vi. nunca.
Cuando yo me fui del “Gambrinus” al “Barcelona de Noche” fue
porque ya estaba harto. Llevaba ocho años en el “Gambrinus”.
Tenía la obsesión de irme con Dolly Van Doll porque ésta me
trataba muy bien, las cosas claras. Entonces cobraba
quinientas pesetas diarias, como máximo mil. En el “Barcelona
de Noche” me dieron mil quinientas.
Cuando me fui del “Gambrinus” pusieron en mi puesto a “El Gran
Felipe”. ¿Que qué es de él ahora?... tu sabes que el chico
artísticamente no valía nada… se quedó solo. Ahora esta
fregando los portales de una casa.
Debuté en el “Barcelona de Noche” con < Rosas de Otoño> con
Dolly Van Doll, Paco España, La Pitico de Huelva y el ballet
de Gino Parck…aún era mixto, después decidieron hacer el
espectáculo solo de chicos.
Todos los personajes que hice me gustan. Cuando estrene
“Draculina” fue un escándalo, cuando hacia de criada o “el
Arte por los suelos”. Lo que hacen ahora no tiene el sabor de
antaño, esas marchas francesas…
La noche que yo debuté en el “Barcelona de Noche” fue cuando
la sala hizo <zas!> hasta los topes y así hasta seis años sin
poder poner ni un alfiler. Pasó toda la aristocracia. Después
trajimos a Dolly Van Doll, a Coccinelle, a Tony Saavedra,
Lorenzo Valverde, El bello Paco, Miguel Ferreres, el difunto
Juan Carlos.
(…) Recuerdo que venía un tío carnicero de Madrid, con la
mujer o la querida, que veía exclusivamente a meterse conmigo
todos los sábados. Se metía conmigo y yo con él.
Al final me tenia me tenía que cagar en la puta madre que lo
parió, que era lo que quería él. Al final me metía en el
palco con su mujer y con él y allí llovía el champagne y todo
lo que Madame Arthur quería… de eso viene la fama de que si
soy alcohólica. Mira si soy buena artista, pero mejor
tanguista.
Pase en “Barcelona de Noche” cinco años, haciendo los
Espectáculos “Gipilandia”, “Loco, loco Cabaret”, “Azulísimo” …
me fui porque estaba harta de la mafia…
Porque Caballé (propietario del Barcelona de Noche) si no
tiene alguna mafia para que los artistas se peleen no están
contentos. La mafia era canaria. Estaba el Miguel Brass, la
Ricky, Mimi Pompón, Fausto…chuchuchú, chuchuchú… le comieron
el coco a la otra, a la Dolly Van Doll…
El éxito
del espectáculo de transformistas en el “Barcelona de Noche”
propicio que su empresario, Caballé, decidiese abrir un local
en Madrid y lo hizo con el nombre de “Gay Club” en el Paseo
del Prado 48. La idea inicial era que fuese Madame Arthur de
presentador pero ella se negó y en su lugar iría Paco España.
Lo contaría
así:
- La
Paca España estaba en el “Whisky Twist” (sala de fiestas de
Barcelona que en los años setenta tuvo una notable popularidad
y en la quera máxima estrella era Violeta la burra y dónde,
entre otros, debutó Pirondello y yo) y el señor Caballé va
una noche y lo contrata para que venga al “Barcelona de Noche”
y grabe todo el repertorio mío y fue lo que a ella le dio
éxito en Madrid. Yo veía que en un palco ella estaba con un
magnetófono grabando… yo no sabia por donde iba la cosa.
La Paca es la que se llevó muchos zarpazos porque le han dicho
en la cara; < Eso es de la Madame >. Cosa que a mí no me han
dicho nunca. Yo no podía ir a debutar al “Gay Club”, porque a
veinte metros es donde yo había estado de ayuda de cámara con
el Cuerpo Diplomático, y en la casa no sabían que yo era un
chico gay.
El siguiente
paso de M. Arthur fue dejar no solo la sala “Barcelona de
Noche” sino Barcelona, al aceptar la oferta que le vendría de
la mano de un empresario, - que había hecho una pequeña
fortuna gracias a sus montajes de aparatos eléctricos en los
Parques de Atracciones -, y que se llamaba Luis Perea el
cual se hizo empresario del primer espectáculo ambulante trans
con el nombre de “Compañía Incógnito”. M. Arthur fue de los
primeros contratados e iba como presentador-estrella.
Estando en el “Barcelona de Noche” vino el Perea con una
maleta llena de billetes dando anticipos de cien mil pesetas.
No le hacia falta despacho, allí mismo, en Atarazanas, abrió
su maleta y fue pagando… decía que abría una sala en Valencia
y al ver el trato que recibíamos en el “Barcelona de Noche”
nos fuimos todos. Fuimos La Angi (la doble de Bárbara Rey)
Sony, La Maña, Ricky, Miguel, Carlos Manuel, Watusi, que era
la única mujer.
Nos alojamos en el Hostal Madrid, exclusivamente para
nosotros. Era en Valencia. Nos alojamos en el Hostal Madrid,
exclusivamente para nosotros. Allí fue donde se monto la
revista “Incógnito”. Estuvimos seis meses cobrando medio
sueldo de lo que íbamos cobrando.
En el hostal teníamos un cartel en el que ponía que estaba
prohibido radicalmente ir a ver las obras de la sala que tenia
que abrirse con el nombre de Incógnito. En la calle Cuba 8 y
10 de Valencia. Una mañana que tenia que ir a cobrar el cheque
en el Banco la “Maña” me dice: < Madame, ¿por que no vamos a
ver las obras?>. Quebrantando la orden de no ir fuimos y cuál
no seria nuestra sorpresa al ver que no estaba puesta ni la
primera piedra. Era un garaje.
En el Hostal nos llevaban como si fuese un internado. Cuando
íbamos a ensayar teníamos que ir de dos en dos, no podíamos
ser tres para no dar escándalo… cuando el primer escándalo lo
daba él. El espectáculo no lo quería vender… pero al fin
debutamos en la sala “Liverpool” de Alicante.
El éxito de
la compañía Incógnito en la sala Liverpool de Alicante es
apoteósico y duro varios meses.
En el Liverpool es donde Perea se forró. En Alicante parábamos
en los apartamentos Alfil. Le llamaban “La casa de las
muñecas”. Allí paso de todo.
Luis Luján, el cantante, se tiró de un quinto piso. Suerte que
fue a parar al mar, lo salvo Dorita Manteca. Estaba enamorado
del dueño.
La Watusi,
después de seis meses, tuvo que irse porque la contrataron
del teatro Victoria de Barcelona, y de allí fue donde le salio
lo del “Moulin Rouge” de París. Entonces terminamos el
contrato en Alicante y debutamos en la sala “Calcuta” de
Palma de Mallorca. Después volveríamos y fue cuando llegaste
tú con Pirondello…
Es 1976 cuando yo he entrado a formar parte del mundo trans
trabajando en la sala Whisky Twist de Barcelona y donde viene
pidiendo trabajo un joven de Valencia que hace play backs de
Marujita Díaz. Me encanta su vis. cómica. El empresario le
pone de nombre artístico Julieta y yo le digo que se ponga
Pirondello, lo llevo a mi casa y le propongo formar un dúo. El
dueño del Whisky Twist lo despide y yo me voy con él. Sin
trabajo decidimos irnos de Barcelona a Valencia y ver que pasa
allí. Por el camino ensayamos el sketch de Don Juan Tenorio e
Inés que había escrito para un espectáculo teatral y una
parodia de Mari Carmen y sus muñecos, Pirondello es Deysi. En
Valencia nos hablan de la compañía Incógnito que esta
triunfando en Alicante. Llamamos por teléfono y nos hacen una
prueba en Benidorm, en la sala Bavaria. Gustamos y debutamos
con el equipo de M. Arthur en el Liverpool que tiene por súper
vedette a Leslie Chanel y están Graciela, El Bello Paco, Lilí
Maracabu y Kali.
Lo trans se va poniendo de moda en las salas de fiesta y
Perea decide formar otra compañía Incógnito que, capitaneada
por el Bello Paco, trabaja en San Sebastian con gran éxito.
Y llega la oferta mas deseada por todos nosotros; trabajar en
Barcelona. La oferta llega de la sala Rialto y allí debutamos
en Junio de 1977 con Madame Arthur, Angie Von Pritt de súper
vedette, Pirondello y yo, - que lo hacemos como artistas
invitados-, y el resto de la troupe . El periodista Ramón
Barnils escribe en Tele/Expres (11/6/77) sobre la presentación
con sus consideraciones trans:
RIALTO. HOMBRES CON ALMA DE MUJER
(…) En efecto, en Rialto, hoy, entre una quincena de
artistas, sólo una mujer. Que efectúa el ritual <striptease>.
Lo que en Rialto hay una sola mujer ahora, es afirmación nada
compartida por alguno de los <travestis> actuantes.
- Para mujer, yo, dice Angie, un <travestí> con mucha
irritación acumulada, con muchas ganas de muchas cosas, un
poco perdida en la actual situación de predesarrollo del
espectáculo de noche.
En efecto, lo que puede diferenciar a un espectáculo como el
del Rialto, con <travestís>, de algo que erróneamente podría
confundirse con él, espectáculo con homosexuales, es que los
artistas físicamente masculinos, se sienten mujer, sienten
como mujer, están convencidos de serlo.
Usando un esquema escolástico, su cuerpo es de hombre, pero
su alma es de mujer.
Por lo que respecta al cuerpo, además, procuran por bastantes
medios acercarlo a lo que considera el cuerpo típico femenino:
se hacen desarrollar los senos:
No son naturales, pero y qué, a chupar igual, que más da
– dijo la misma Angie, con buscado aspecto de Bárbara Rey,
durante su interpretación erótico-política < A Chupar >.
Se depilan, también, se pintan con mucho arte. Sus
movimientos son tan femeninos que no puede hablarse ya de
imitación: lo llevan dentro, es decir les salen de su alma
femenina.
(…)
Madame
Arthur, con sus largos años de escena a cuestas, sigue como
siempre. Solicita atención:
Pregúnteme algo
Pues no
sé…
Pregúnteme si me voy a operar.
¿Te vas a
operar?
¿Quién, yo? Sí, de las amígdalas.
Y repite la
respuesta dos o tres veces más.
(…)
El
presentador es Pierrot que merecería punto y aparte. Su
capacidad de actor parece considerable, lo que, como en el
caso de Angie, le lleva a tener acumulada una cierta cantidad
de mala uva, ante la situación del teatro.
Porque
Pierrot habla del teatro con mucha propiedad. Empezó a los
quince años, ha hecho teatro de terror, cita a Jodorowski con
naturalidad, habla del teatro de Terenci Moix, de Caprí, de la
Mary Santpere, del padre de Mary Santpere con mucho
conocimiento de causa. Es indudablemente un barcelonés
profesional del teatro hasta las cachas.
(…)
La sala es
grande, y con dos pisos. Entre los dos pases, y antes y
después, se puede bailar. Ver a los travestís bailando en la
pista es un hermoso espectáculo. Y, si es permitido decirlo,
excitante e incitante.
 |
La situación
artística de M. Arthur en el Rialto se convierte en
conflictiva. Si durante su estancia en el “Barcelona de Noche”
le habían preparado presentaciones, textos y puestas en
escena, aquí tiene que defenderse solo y recurre a fragmentos
de textos de números anteriores que no siempre acierta a
conseguir que sean fluidos, especialmente cuando ya ha bebido
demasiado. Y bebe demasiado. La empresa le multa, primero, y
después le da días de fiesta para solucionar los problemas
etílicos pero que nada hacen en los afectivos. Y es que M.
Arthur se había entregado, - como lo hizo toda la vida -, a
idolatrar “al amo”, en este caso Luis Perea. Para suplirlo en
el escenario me ponen a mí. Paralelamente el Bello Paco, en el
Paladín de San Sebastián, aporta un nuevo problema a
Incógnito; pide un aumento de sueldo o se despide. No le dan
el aumento y al terminar el espectáculo del Rialto me dicen
que salga aquella misma noche para presentar el espectáculo
del Paladín. El Bello Paco había sido despedido. Dejé a
Pirondello, y empecé mi carrera artística como showman en el
“Paladín” con Vanesa, Liberty, Triana. Gisela y Poupee La
Rose. Era Agosto de 1977.
Después de
que Incógnito se presentase en Barcelona el próximo paso era
“conquistar” Madrid. Montan una compañía con los mejores
obviando a Madame Arthur que se contenta en leer un articulo
escrito por J. Calabuig en la revista “Lib”:
Eran la una y
algunos minutos de la madrugada. Un público aparentemente
curado de espanto, un público que, al menos en teoría, “se las
sabe todas”, iba ser testigo - ¡mire usted por donde! –del
espectáculo mas loco que hemos visto en los últimos meses.
Debutaba en Madrid el New Crazy Horse Gay con su producción
“Incógnito”. O dicho con otras palabras: se presentaba en la
Villa y Corte un o de los conjuntos de travestis más famoso de
cuantos recorren nuestra geografía. Ellas mismas acababan de
llegar, con prisas y con nervios, a la sala de fiestas
Morocco, lugar de su debut, donde permanecerán por espacio de
un mes.
i)
después a Las Palmas, y mas tarde… Toda España quiere ser
testigo presencial de este fenómeno que invade los escenarios
y hace surgir las preguntas más inverosímiles.
Al principio,
cosa lógica, los nervios estaban a flor de piel.”Pero no por
debutar en Madrid - comentaba Pierrot, el presentador – que
al fin y al cabo, para el verdadero artista, todos los
escenarios han de ser igual, como han de ser iguales todos los
públicos. Los nervios surgen de la propia responsabilidad, de
querer hacerlo todo lo mejor posible. Angie von Pritt a quien
la prensa madrileña anunciaba con grandes caracteres como la
doble de Bárbara Rey, sonreía satisfecha. Mireia Wells hacia
constantes esfuerzos por conseguir que el breve tirante de su
vestido cubriera en lo posible sus pechos incipientes. Dorian
estaba seria, muy seria como buen cómico. Emma Reyes casi no
hablaba. Graziella seguía atentamente las evoluciones del
espectáculo y Lorena Lois esperaba el momento de sorprender al
respetable con su increíble strip`-tease. Sin embargo, el más
nervioso de todos, sin lugar a dudas, era Mariano Cebriá, el
“manager” del grupo…
Y comenzó el
espectáculo. De la mano de Pierrot, las canciones, el baile,
el humor, la provocación iban ganándose poco a poco a un
publico que en principio resulto frío y que, conforme avanzaba
la producción “Incógnito” iba rindiéndose a la totalidad del
grupo, en todas y cada una de las facetas. Pierrot es un
excelente presentador. Sus alusiones a ciertos momentos
políticos que estamos viviendo hacían multiplicarse los
aplausos.
- Algún día –
le comentamos – te van a “descoñar”, Pierrot.
- Cuando sea
derogada la Ley de Peligrosidad Social que pesa sobre
nosotros, yo me callaré.
A Angie von
Pritt, en un momento de su actuación, se le salió el idioma
por todos los poros: “ Mireu.los, están pixant.se de gust”
(miradlos: se están meando de gusto). Porque Angie es de
Vinaroz, donde los langostinos tienen un sabor especial. Y
Mireia Wells, de Elda. Juntos recordamos paisajes muy queridos
y circunstancias que, sin saberlo, habíamos vivido al unísono
en tiempos pasados. – “Y ahora - fíjate -, yo aquí, enrolada
con el grupo, y tú haciéndonos un reportaje sobre nuestra
situación”. Reportaje que había de cortarse en numerosas
ocasiones porque las artistas se vestían y desvestían, hacían
su número, volvían a cambiarse, en un ajetreo vertiginoso que
se prolongó por espacio de hora y media casi.
“Y quién de
ustedes quiere enrolarse en la FAI?” – preguntaba Pierrot -.
La gente, extrañada, no sabía qué responder... “Sí, hombre. En
el frente de almejas independientes”. La provocación es una de
las grandes armas que utiliza Pierrot para conseguir una
comunicación con el público, casi siempre lograda, aunque este
se muestre frío y distante.
(…) Nadie de
cuantos forman parte del New Crazy Horse Gay esta operado de
su sexo, y, sin embargo, cuando el strip-tease se desarrolla
sobre el escenario, ningún espectador puede llegar a adivinar
esta circunstancia.
-Final
reportaje Rialto-
Antes de
finalizar el año 1977 la Compañía Incógnito dejó de existir,
(que lo hizo de la forma habitual ; adeudando los sueldos a
los artistas y dando la callada por respuesta), y cada uno de
sus integrantes tuvo que buscarse trabajo. Madame Arthur
volvió a Barcelona de donde no volvería a salir ni muerto.
Siguiente capitulo
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soypierrot@hotmail.com )
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5º
6º -
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8º -
9º
(Edición “Memorias Trans 1º ”)
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