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FELGTB pide un
Pacto de Estado para hacer frente al sida
EFE-.
La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y
Bisexuales (FELGT) pidió hoy un Pacto de Estado para hacer
frente a la enfermedad en España y en el mundo, así como para
denunciar que miles de seropositivos son 'víctimas de una
silenciosa discriminación'.
En un
comunicado, la FELGT pide al Gobierno de Zapatero que tome la
iniciativa en este pacto e implica además a gobiernos
autonómicos, partidos políticos, sindicatos, organizaciones
ciudadanas y empresariales, medios de comunicación y comunidad
científica.
Según la
asociación debe haber 'una dotación presupuestaria ambiciosa' y
la prevención y la información deben ser ejes principales de
actuación, por lo que insisten en que 'hay que promover el uso
del preservativo, sin prejuicios acientíficos ni morales'.
Subraya que
teniendo en cuenta que se calcula que en un 25% los infectados
por vih están sin diagnosticar y que son escasos los centros de
información, prevención y diagnóstico, es necesaria una mayor
implicación de los profesionales de Atención Primaria, al tiempo
que subrayan que para prevenir una información de transmisión
sexual hay que hablar de sexo.
Otra de las
cuestiones que consideran una asignatura pendiente es la
visibilidad de las personas seropositivas, que, a su juicio hace
que no se tenga en cuenta la auténtica dimensión del problema.
También piden
un mayor esfuerzo de investigación y que todos los partidos
incluyan en sus programas las reivindicaciones del movimiento
ciudadano de lucha contra el sida, y anuncian que abrirán una
ronda de conversaciones para impulsar el Pacto de Estado y un
mayor compromiso de la sociedad española en la lucha contra el
sida.
SOY LO QUE SOY
(Biografías,
historias y marcas de una positiva transexualidad)
Cedido en
exclusiva para esta Web por Víctor Hugo Robles y VivoPositivo
*-.
Conocí a Víctor Yánez en medio de una inolvidable jornada de
formación de líderes en Malloco, una localidad rural cercana de
Santiago. Transcurría el año 2000 y VIVO POSITIVO comenzaba a
emprender nuevos desafíos, cambiarse de la histórica casa de
calle Dardiñag y desarrollar una serie de proyectos que, hoy por
hoy, la tienen dentro de las organizaciones de Personas Viviendo
con VIH/SIDA más importantes e influyentes de la región. En los
primeros años de formación de VIVO POSITIVO, Santiago era el
epicentro de todo, incluso de los primeros atisbos de
organización y lucha social VIH. No lejos de la capita de Chile,
en la legendaria ciudad de Rancagua, una persona transgénero,
junto con vivir un complejo proceso de identidad sexual y
visibilidad identitaria, comenzaba a transitar por las rutas del
VIH, transformando las conciencias y movilizando a sus pares.
Era Víctor transformado en Vicky, Presidente de la Agrupación
por la Vida de Rancagua, la primera organización de base
regional que se sumó a la tarea pionera de VIVO POSITIVO en los
años de mayor discriminación y estigma social. Víctor se
transformó en Vicky, pero el SIDA en la sociedad de las formas
la obligó a masculinizar su vida y apariencia para conseguir
apoyo. Pese a todo y asumiendo finalmente su verdadera
identidad, comenzó a transformarse en un referente y una figura
destellante del Movimiento Social de Personas Viviendo con VIH
en Chile. Por estos días, cuando nuevos aires sacuden el planeta
y la realidad de cientos de personas transgéneros reclaman un
merecido espacio bajo el sol, un puñado de ellos, entre ellas
Vicky, Personas trans que viven con VIH, proclaman sus
victorias, relatando a VIVOPOSITIVO una significante historia de
vida y sobrevivencia.
Vicky,
¿cómo quieres enfrentar esta entrevista?
Como Vicky,
pero igual podemos hablar de Víctor.
OK. Aquí tenemos unas fotos muy antiguas. ¿Esta es tu familia?
Sí, aquí estoy
con mi hermana, mi padre y un hermano de mi padre. Ahí tengo
unos 6 años. Si te fijas, parece que ya se me notaba mi
delicadeza.
¿Cuándo naciste?
7 de agosto de
1967. Tengo 39 años.
¿Naciste en Rancagua?
Sí, nacida y
creída acá..
¿Cómo recuerdas tu infancia?
Mira, fue
super entretenida y bonita, pero cuando comenzó a quedar la
embarrada fue cuando entré al colegio. Ahí comencé a sentir la
discriminación.
¿En qué se notaba tu diferencia respecto de otros niños?
En todo, en mi
manera de ser, en mi manera de comportarme, era demasiado fino,
entonces se notaba mucho que no era igual a los otros. Mi época
escolar no fue feliz, sufrí mucho por la discriminación. Muchas
veces no podía salir del colegio, porque había pandillas de
cabros que me molestaban, entonces tenía que irme a esconder
sola por ahí, igual es fuerte todo eso. No fue nada de agradable
para mí el colegio, por eso estudié solo hasta primero medio.
¿No te cuestionabas tu manera de ser?
Yo no me
cuestionaba, sentía que no podía cambiar mi manera de ser,
sentía que estaba marcada.
¿A qué te refieres con “marcada”?
Marcada por
ser una persona diferente, no ser igual que el resto. El
problema era ser diferente al resto, me destacaba en la
actuación, en el baile, incluso para esas cosa yo me andaba
ofreciendo. Para las notas no era muy buena, pero me gustaba ir
al colegio, sobre todo a la gimnasia rítmica, imagínate. Eran 50
mujeres y yo.
¿Qué decían tus papás?
Mi mami Irene
y mi padre Guillermo tuvieron actitudes diferentes. Para mi
madre fue duro, porque mi madre siempre quiso tener un hijo
hombre, dice que cuando me tenía en su vientre deseaba mucho
tener un hijo varón. Tenía muchas expectativas conmigo y yo se
las rompí totalmente, entonces fue muy duro para ella. Costó
mucho que mi mami me aceptara, fueron años de lucha.
¿Qué hacía ella, te retaba?
No, pero me
ignoraba. A mí siempre me gustó vestirme diferente y ella
siempre me cuestionaba. Me hacía tira la ropa, me la escondía,
entonces siempre fue complicado.
Pero, ¿por
qué te escondía la ropa?
Porque me
gustaba vestirme de mujer. Me acuerdo que mi madre nos hacía la
ropa. Mi madre me hacía unas pecheritas y unos pantalones
cortos, entonces, para que me quedaran como falda, yo los rompía
en la mitad.
De pantalones cortos pasaban a una mini...
Claro y
quedaba la escoba. Entonces ella me los arreglaba y yo volvía a
lo mismo. Con el tiempo se fueron dando las cosas, pero con la
persona que siempre sentí apoyo fue con mi padre. Nunca recibí
una queja de mi papá, todo fue más complicado con mi madre. Yo
no cuestiono nada, todo lo contrario, porque tiene que ver con
su cultura y formación. Si me preguntas ahora, diría que mi
madre se siente orgullosa de mí.
Vicky, ¿qué pasaba con el proceso de aceptación de tu propia
hermana?. ¿Ella te asumía como Víctor o como Vicky?
Yo creo que al
principio me asumía como su hermano, ahora somos amigas, somos
íntimas.
Tú me dices que llegaste hasta primero medio y no volviste a
estudiar...
No. De ahí me
fui a Santiago a la casa de una tía. Ahí me dieron la
oportunidad de hacer aseo en una peluquería, eso tiene que haber
sido en 1981.
¿Por qué
decidiste irte?
Por varias
cosas. Ocurre que una vez, cuando mis papás no nos daban mucha
libertad, yo me fui a meter a una fiesta a unos departamentos
cerca de aquí. Ahí vivía un gay que era peluquero, muy famoso,
le decían el Damilai. Entonces hacía sus fiestas, sus
carretes inolvidables. Y ahí estaba yo, caro, era mi primera
gran fiesta. Como yo no llegaba a la casa y me comenzaron a
buscar y no faltó esa amiga, esa amiga entre comilla...
Que les dio la
dirección...
Claro. Y ahí
llegaron. Apareció mi papá y mi mamá y quedó la escoba. Se
dieron cuenta, cacharon todo el mote, que había puros hombres,
puros colas. Creo que ahí asumí quien era yo, porque mis papás
pensaban que me habían hecho algo. Yo les dije, sobre todo a mi
madre, que era homosexual de chiquitito. Desde ese momento mi
madre comenzó a asumir quien era yo, pero cambio todo. Mi madre
habló con toda la familia y me mandaron a San Bernardo para ver
sicólogos y todo ese cuento.
¿Psicólogo
para cambiarte o para reforzar tu identidad?
Para
cambiarme, pero la verdad es que no pudieron. En Santiago me fui
a la casa de mis abuelos maternos. Nos fuimos con mi mamá y mi
papá. Aburrida comencé a salir y conocí a unos chicos en la
plaza de San Bernardo que eran peluqueros. Ellos me consiguieron
trabajo, en calle Vergara, yo hacía el aseo. Trabajé en
Ejercito, Gorbea, en distintos lugares. Después ocurrió que mis
padres se vinieron, pero yo me quedé allá, junté un poco de
plata y me metí a un curso de peluquería.
Junto con darte cuenta que eras un niño diferente, ¿cómo vivías
tu sexualidad?
Mi primer
pololo lo tuve en cuarto básico. Yo estudiaba en un colegio de
curas, yo estaba metida en la Cruz Roja. Mi primer pololo le
decían Gorila. Le decían así porque era bien feito de
cara, pero él sacaba la cara por mi cuando me molestaban los
otros niños.
Que linda
actitud. ¿Te sentías enamorada del Gorila?
Sí, fue una
cosas super linda, sin sexo, de amor, de sentarnos a conversar,
regalarnos cosas. Ahora me imagino que lo más probable es que el
Gorila esté casado y tenga hartos gorilitas chicos.
¿Qué pasaba con tu proceso trans en todo este tiempo? Yo
recuerdo que nos conocimos en la jornada de Malloco y tu
llegaste de Víctor, no de Vicky ¿Qué pasó ahí?
Es que esa es
otra parte. Ocurre que cuando yo salí notificada de VIH me corté
el pelo y tuve que enfrentar a la sociedad como hombre. No podía
enfrentar a la gente y pedir ayuda vestida de mujer, por lo
menos eso me aconsejaron que hiciera.
Entonces, cuando nos conocimos, tú estabas vestido de hombre
como una estrategia, pero profundamente eras Vicky...
Claro, yo era
Vicky.
Volvamos un poco para atrás, cuando vuelves a Rancagua después
de tu paso por San Bernardo y haces tu curso de peluquería...
OK. vuelvo a
Rancagua y hago mi curso de peluquería el año 85 y comienzo a
trabajar en peluquería Postulé a proyectos del FOSIS, estuve
trabajando en Viña, Pichilemu y finalmente, cuando tenía todas
mis cosas, me instalé en Rancagua.
¿Cuál es tu acercamiento al mundo trans?
Yo siempre me
sentí mujer de pequeño, pero antes era muy difícil, eran muchos
factores. Ahora las cosas se dan para que tú asumas tu propia
identidad. Antes si me venían muy mujer, muy pintada, no me
daban trabajo. Antes todo era más complicado.
¿Tienes otros amigos trans, comparten experiencias de vida y
proyectos similares? ¿Alguna vive también con VIH/SIDA?
Sí, tengo varias amigas trans, aunque con la persona que más he
conversado y comparto es con la Patty Chaponi. Ella no vive de
mujer todo el día como yo, pero va en un camino trans.
¿Cuándo fue la primera vez escuchaste la palabra SIDA?
Yo tuve un
amigo que murió de SIDA y recuerdo haber visto hace muchos años
un programa de Informe Especial dedicado al tema y salieron unos
amigos de Rancagua. Lo que realmente me marcó fue lo vivido por
Juan Mendoza, un amigo de la época. Recuerdo que me contó una
vez que estaba viviendo con el VIH en los tiempos en que
trabajábamos en prostitución. Trabajamos juntos en la carretera,
en la calle, nunca me metí en un prostíbulo, me gustaba la
independencia. Igual se ganaba buena plata, en ese tiempo era
muy bueno. Yo era lolita, buena moza y te peleaban, llegaban a
chocar los autos, ja, ja, ja. De repente se disfrutaba del
trabajo y otras veces no. Recuerdo que pasaba sanidad y estoy
cierta que de ahí no viene mi seropositividad, porque yo era
negativa.
En ese tiempo, finales de los años 80, entre tus amigas
trabajadoras sexuales, ¿se conversaba del VIH o era un tema
desconocido?
No existía la
conversación sobre esos temas, aunque el SIDA ya estaba. Incluso
mucha de las personas que yo conocí en esa época ahora están
muertas.
¿Qué ocurría
con la prevención?
En ese tiempo
existía poco, además el cliente no te lo exigía condón como sí
ocurre ahora.
¿Cuánto tiempo
estuviste en el comercio sexual?
Dos años, pero
decidí retirarme, porque lo único que yo quería era juntar la
plata para comprar las cosas de la peluquería. Yo veía que la
única solución para ser como yo soy, era ser independiente. Las
personas no te aceptan como eres, así que tienes que buscar
caminos.
Junto con el comercio sexual, ¿qué pasaba con tus sentimientos,
tu vida amorosa, de pareja?
Tuve una
pareja, pero se murió de SIDA. Fue muy complicado, porque yo
estaba un poco alejada de él por motivos personales, su familia
se oponía a nuestra relación. Para evitar cosas desagradables me
fui a Pichilemu y me conseguí un trabajo. Busqué tranquilizar
las cosas y volver. Estuve en Pichilemu y un día me avisaron que
había fallecido el Choche, el Jorge. Ahí me vine y
comencé a averiguar de qué había fallecido. Al principio decían
que había muerto por un problema al páncreas. Al tiempo, cuando
fui notificada, tuve acceso a mucha información y por ahí supe
que mi pareja murió de SIDA.
¿Cómo se vive ese proceso cuando decides hacerte el examen, por
qué decides hacerte el test de Elisa?
Porque comencé
a enfermar, eso a principios del 97. Estaba muy desganado, no
tenía ganas de nada, quería estar acostado, me salieron hongos,
en fin. Al principio no les hacía caso, pero al final fui al
médico, al sistema privado. Una amiga me prestó un dono y fui a
ver al doctor Labbe.
¿Qué pasó con el doctor?
Me vio, me
echó para a fuera y le dijo a la enfermera que me tenía que
hacer el test de Elisa. Fue todo súper rápido, fui al médico, un
viernes me hice el test Elisa y el sábado estaba el resultado.
No sé cómo tan rápido. Ahí llamaron a mi hermana y mi cuñado y
le dijeron que yo estaba infectado con el virus del VIH.
Súper irregular todo el proceso, ¿por qué llamaban a tu hermana
y cuñado y no te llamaban a ti que eras la involucrada
principal?
No sé, pero no
quisieron avisarles a mis papas. El problema es que el bono iba
a nombre de otra persona, de una amiga, a ella le dijeron que mi
examen estaba malo. A mí no me dijeron nada, ninguna cosa, nos
dijeron que se comunicarían con mis hermanos.
¿Qué pasó en el laboratorio privado cuando tu hermana fue en
busca del examen?
Les dijeron
que era una lastima mi caso, porque mi examen estaba positivo,
que tenía que hablar con el médico que me había mandado a hacer
el examen y derivarme al hospital de Rancagua al programa VIH.
¿En qué minuto sabes tú de la seropositividad?
Mi amiga que
me prestó el bono me dice que mi examen está malo, en el fondo,
ella me dice que tengo VIH, aunque no usó esas palabras. Yo así
lo supe, pero en ese tiempo se hablaba que tenías SIDA, era un
vocabulario diferente. En ese minuto cuando me dice, para ser
honesta, no me impactó. Me fui caminando a mi casa. Igual yo
reclamaba él por qué no podía ir a buscar el examen y tenía que
ir mi hermana y su marido.
¿Qué edad tenías en ese minuto?
No sé
exactamente, pero era mayor de edad.
Entonces
ahí operó la discriminación...
Claro que sí,
por supuesto. El trato el doctor, todo. Yo estaba tan enfermo
que no me preocupaba de esas cosas, las únicas cocas que quería
era aliviarme, trabajar, sentirme mejor.
¿De verdad no te importaba nada?
No, igual
desde ese día cambio mi vida. Cambio en todo sentido. Ese día
murió la Vicky y el Víctor y nacieron otros, totalmente
diferentes. Imagínate que el doctor había dicho que me
disfrutaran, que me quedaba poca vida, seis meses, que le
dijeran a mis papas que yo tenía un cáncer.
¿Qué paso después?
Bueno, cuando
le pasaron el examen a mi herma, fuimos a buscar la
interconsulta y partimos a inscribirme al hospital regional de
Rancagua. Llegamos ahí y me atendió la doctora Aída Miranda. La
verdad es que yo no estaba muy interiorizada del tema del SIDA.
¿Qué era el SIDA para ti en ese minuto?
No tenía idea
qué era, sólo que era malo, muerte, mortal. La gente me trataba
como enfermita, porque me quería disfrutar en mis últimos 6
meses. De todos modos yo me quería informar.
¿Cómo lo hiciste para informarte?
Llame al
FONOSIDA de Santiago y ellos me dieron el nombre de Paula
Randolf, que es la Encargada del Programa de VIH/SIDA de la
Región. A ella la quiero mucho, pero en ese tiempo tuvimos
muchos encontrones. Me acuerdo que llegue al hospital y conocí a
Paula. Ella me llevó a una sala privada y le expliqué lo que me
pasaba. Yo quería saber si existía alguna agrupación, alguna
cosa, porque yo necesitaba saber qué hacer. No tenía idea qué
era un CD4, una carga viral, no sabía nada de nada.
¿Qué te dice ella?
Que en la VI
región no existe nada, ninguna cosa, entonces yo le pregunto qué
puedo hacer y ella me dice que me pondrá en contacto con una
agrupación que existía en Santiago. Se llama CORNAVIH,
Coordinadora Nacional de Personas Viviendo con VIH/SIDA.
Son los inicios de VIVO POSITIVO...
Exactamente.
Ahí conocí a los chiquillos del VIVO. Seguramente la señora
Paula me encontró con ganas de saber lo que yo estaba
enfrentando o lo que yo enfrentaría. Ella me dijo que si no
existía, tenía que formar algo. Finalmente, formamos la primera
Agrupación de Personas Viviendo con VIH/SIDA de la región, que
se llamaba Movimiento por la Vida.
¿En qué año nació?
En 1998 y fue
la primera agrupación de regiones. Yo fui una de las fundadoras
de las regiones, porque nosotros nos sumamos a las agrupaciones
que ya existían en Santiago.
¿Cuál era la principal demanda de la época?
El acceso a
tratamiento, esa era la lucha. Recuerdo que fuimos como 12
personas las que fundamos. Los primeros acercamientos los
hicimos en la Cruz Roja y tuvimos la visita de la gente del
VIVO, que en ese tiempo era CORNAVIH. Ahí conocí a don Enrique
Vargas, Rodrigo Pascal, David Meléndez, Ángela Ayans. En todo
caso, antes de eso yo fui a la Corporación Chilena de Prevención
del SIDA. En el fondo, yo comencé a revolucionar un poco el
cuento en el Hospital Regional de Rancagua, porque andaba por
todas partes tocando puertas, preguntando qué hacer. Recuerdo
que una vez conversé con la asistente social, la señora Laura
Díaz y ella me dijo que me fuera a Santiago. Yo le reclamaba, no
entendía por qué tenía que ir a Santiago si yo soy de Rancagua.
Yo no era la única, éramos varios, así que teníamos que formar
algo aquí.
¿Qué ocurrió entonces?
La señora
Laura me dio plata para el pasaje y fui a conversar con la gente
de la Corporación. Primero hicimos una cita por teléfono y luego
fui personalmente. Lo que yo necesitaba era saber cómo formar
una agrupación. Recuerdo que me invitaron al Grupo de los
Jueves, donde conocí a la Ángela Ayans. Incluso hubo una disputa
entre quien nos venía a asesorar a Rancagua, si la CORNAVIH o la
Corporación Chilena. Al final los primeros que llegaron fueron
los de la CORNAVIH.
¿Cuáles fueron las primeros líneas de acción del Movimiento por
la Vida de Rancagua?
Los
medicamentos, esa era la principal motivación. Imagínate que
aquí habían sólo 5 biterapias para toda la región. Luego se
comenzó a saber que la biterapia no era optima, sino que debía
ser triterapia, el famoso Crixivan. Para recibir la terapia mía
tuvo que ocurrir mucho escándalo.
¿Por qué?
Es que yo lo
tomaba como una rencilla personal, porque a mí no me daban los
medicamentos Yo peleaba con la Paula Randof, la denuncia en el
Rancagüino, en la televisión. Yo las ponía entre la espalada y
la pared, pero ahora descubrí que finalmente por ellos no
pasaba. Todos en ese tiempo vivíamos en torno a los
medicamentos.
¿En qué minuto comenzaste la terapia?
Cuando estuve
súper mal, incluso comencé inmediatamente la triterapia.
Recuerdo que yo me ponía en la esquina de mi casa a vender
anticuchos para juntar la plata y comprar los medicamentos. Me
conseguía el medicamento en Santiago y lo comparaba a $120.000
en el mercado negro. Yo le debo la vida al mercado negro, porque
no tenía los $400.000 para comprarlos en las farmacias.
Tú me dices que cuando nos conocimos en Malloco andabas vestido
de hombre por una cuestión estratégica, ¿sirvió realmente esa
maniobra?
Un poco.
Ocurre que unos amigos me dijeron que mejor me vistiera de
hombre para solicitar apoyo, porque de mujer sería más
complicado. Una persona transgénero la asemejan con la
prostitución, con el loquería. La gente no lo ve poco serio si
vamos a hablar con una autoridad.
¿Cómo te sentías de Víctor?
Mal, no me
gustaba, no era yo. Igual lo tenía que hacer por una fuerza
mayor, por mí y mis pares.
¿En qué minuto murió Víctor?
Exactamente no
recuerdo, porque es parte de un proceso, un poco a poco. Ser la
cabeza de una organización no es fácil, era una persona
inexperta y más encima autoritaria. Las cosas se hacían como yo
quería, sino eliminada la concursante y que venga la otra. Yo
creo que Pinochet no era nada al lado mío.
¿Cuánto tiempo fuiste presidente del grupo?
Hasta que me
echaron, ja, ja, ja. Luego de eso se produjo un cambio en mí. En
mi casa también ocurrieron cambios, porque mis papás se dieron
cuenta de todo lo que yo hacía por los demás y por conseguir la
terapia. Influyó mucho mi crisis de salud, que fue súper fuerte.
Incluso intenté suicidarme. Estaba desesperada, veía que no
tenía salida y tomé pastillas. Mi cuerpo estaba muy mal y no
quería verme en ese estado. Yo quería que todo terminara.
Menos mal que las pastillas no funcionaron...
Menos mal,
porque mi padre me pillo y me llevaron al hospital. Estuve como
tres días en el hospital sin saber nada. Yo estaba muy
decepcionada, porque habían fallecido tantos chiquillo, tantos
amigos míos, estaba cansada y triste. Yo estaba muy mal, pesaba
35 kilos, me dio Sarkoma de Kaposi.
¿Cómo saliste de esa crisis?
Estuve en el
hospital inconsciente tres días y me recuperé un poco. Igual
estaba mal, pero luego llegó otro doctor y surgió la necesidad
de comenzar a tomar la terapia, pero la triterapia, no la
biterapia. Tenía que tomar la triterapia sí o sí.
¿Qué pasaba con tu organización en ese minuto?
Después que
superé mi crisis, no estaba en la agrupación, luego, con el
tiempo, perdí un poco las ganas de participar, aunque después
terminé participando en Alma Viva. De esa agrupación me retiré
porque no me gustó como funcionaba, las cosas no eran como me
gustaban a mí. Finalmente terminé participando en la Agrupación
Forjadores por la Vida con Santiago Flores.
¿Cómo llegaste ahí?
A mí siempre
me habían invitado a participar en Forjadores cuando funcionaban
en Rengo, pero yo por una cosa de ser una pura línea no dejaba
Alma Viva. Llegó un día que me decidí, Santiago Flores vino a mi
casa porque es cliente de mi peluquería y terminé integrando su
agrupación.
¿Qué es lo que más te gusta del trabajo en las organizaciones y
en el trabajo directo con el VIH/SIDA?
Lo que más me
gusta es el trabajo con la gente, el trabajo social. He
trabajado atendiendo a personas con crisis de salud, acompañando
a los enfermos, preocupándome de darles su almuerzo, cortarles
el pelo, hacerles un llamado, apurar sus medicamentos, en fin.
Un día me dio tuberculosis a un riñón por estar metido en el
hospital y estar tan cerca de unos pacientes con tuberculosis.
Hace un tiempo hice un convenio con amigo de una funeraria para
la gente con pocos recursos y mueren casi en la indigencia.
Incluso nos hemos conseguido urnas gratis, micros. Eso lo
hacemos mucho con trabajadoras sexuales, travestís que son de
lejos y sus familias las han abandonado. A ellos yo los apoyo y
les brindo un granito de arena.
¿Qué te gustaría hacer ahora?
Me gustaría
ser la primera transgenero consejera entre pares. No es por
ganar plata, sino un aporte que uno hace a la gente y la
sociedad.
¿Sientes que el hecho de ser transgénero es un aporte doblemente
positivo en el movimiento de Personas Viviendo con VIH?
Creo que sí,
porque uno le cambia la cara a los transgéneros, en el hospital
son reconocida, me miran con respeto, conocen mi trabajo porque
es serio. Todo eso me estimula y me gusta. Creo que uno cambia
la mirada de la gente. Es un trabajo de a poco, de hormiga, pero
poco a poco las cosas van cambiando para mejor.
Tengo entendido de tu deseo por reasignarte sexualmente. ¿Cuál
ha sido la implicancia de vivir con VIH en tu proceso de
transformación del masculino al de transgénero?
Las cosas yo
no las he buscado, sino que han golpeado en mi puerta. Hace poco
conocí a un chico, Andrés Rivera, que contó su testimonio en
Contacto de canal 13, un transgénero masculino, de mujer a
hombre. Él llegó a mi puerta y quiso conocerme. Andrés me
propuso hacerme operaciones, porque estoy aburrida de andar con
rellenos en los senos. Hubo un tiempo que use hormonas, porque
ya tengo la carga de los medicamentos antirretrovirales y no
quise más medicamentos.
¿Los médicos te ponen alguna dificultad para la intervención por
el hecho de vivir con VIH?
No, ninguna,
incluso en la semana tuve una cita con el doctor que me operará.
Tengo todos mis exámenes súper bien, tengo una carga viral
indetectable, mi CD4 bueno. Están todos los exámenes
sicológicos. En todo caso, a mí me gustaría poco a poco, primero
los senos y luego la operación.
¿Estás movilizada para ponerte senos?
En eso estoy,
ahora falta una pura orden que llegue. Con esas ordenes me tengo
que sacar una mamografía, un electro, una serie de exámenes y
estaré lista. Tengo que hacer rifas y reunir recurso, porque mis
pechos me salen como $500. 000. Yo he tenido la posibilidad de
ponerme silicona inyectada, pero es mucho riesgo, prefiero
prótesis con un profesional, sentirme cómoda.
¿Tú crees que
esas operaciones, esas reasignaciones, así como se hace en otros
lugares del mundo, deben ser costeadas por el Estado?
Yo creo que
sí, para la gente que lo necesita sí. Es tan desagradable vivir
en un cuerpo que no es tuyo.
¿Qué dice tu pareja de todo esto?
Luis me apoya
en todo. El me acepta como soy, pero si me pongo lolas, mejor
todavía. El quiere que me realice.
¿Cómo es tu relación con los vecinos, con la gente del barrio?
Yo en mi
población tengo súper buena acogida con mis vecinos y amigos.
Ahora, cuando era joven tuve que ponerme las faldas y pelear mi
respecto. Muchas veces me tuve que agarrar a combos, sino toda
la vida me habrían molestado. Ahora mis clientes me felicitan
cuando salgo en los diarios, me admiran, me encuentran valiente.
Yo soy una persona que trabaja, nunca me ven achacado y si lo
hado, es privado, entre cuatro paredes.
¿Cómo asume tu
pareja el VIH?
Somos los dos
positivos. El me dice que me vio en el hospital, yo no me
acuerdo, pero él dice que me echó el lazo.
¿Has vivido la discriminación?
Sí, yo di la
cara por televisión en la zona en el año 97 y hubo colectivos
que no me querían llevar, hasta gente de mí alrededor que me
decían que por qué yo no les había contado. Esa gente no me
mira, pero son estupideces, poco importan a esta hora. En las
mismas discos homosexuales, mucho cuchucheo, comentarios. De
todos modos, yo no me identifico con el mundo gay, más bien me
siento mejor en grupos heterosexuales.
¿Qué planes tienes ahora para los 40 años?. ¿Qué piensas hacer
de tu vida?
Seguir en lo
que estoy, hacer mi trabajo, mi negocio, seguir con mi trabajo
de hormiga en el hospital y seguir en la Agrupación. Creo que he
logrado muchas de las cosas que he querido. Creo que Dios te
pone cosas en el camino y uno verá si quiere. Yo estoy bien, me
preocupo de mis papás, de mejorarles la calidad de vida a ellos.
* Víctor
Hugo Robles: Periodista y activista por los derechos de
lesbianas, transexuales y gays de Chile, protagonista del
premiado documental “ El Ché de los Gays ”
victorhugorobles@yahoo.es
Comienza
nueva sección de prevención e información VIH a Transexuales
Empezamos a prestar este servicio desde esta página Web. El
portal transexual más visitado de este País y de América Latina.
Desde el área de salud integral de la FELGT y desde
carlaantonelli.com comenzamos este proyecto que todos los meses
iremos ampliando.
Por tal motivo se ha creado una
sección especifica para ello, (
Info-VIH
), se podrá acceder desde el banner principal de la
pagina de inicio de la Web y desde los enlaces del lado
izquierdo.
TRANSEXUALIDAD Y VIH/SIDA
FELGT/Web-.
Después de 25 años de los primeros casos de Sida detectados por
las instituciones sanitarias los datos indican un descenso
altamente significativo en el número de casos de Sida, imputable
mayormente a los avances médicos y farmacológicos. Sin embargo,
es evidente que, pese a la ralentización de la expansión del
VIH, no se ha podido detener su transmisión y por tanto el
avance de la epidemia; ni si quiera en un colectivo social
altamente sensibilizado y afectado como ha sido la comunidad
transexual, lésbica, gay y bisexual (tlgb). Es más, algunos
datos apuntan incluso a un repunte de la transmisión que podría
ser resultado de un cierto relajamiento en los hábitos
preventivos.
El colectivo transexual ha sido un colectivo altamente castigado
por esta pandemia, especialmente las mujeres que se dedican a la
prostitución. Sabemos que existen situaciones sociales que
pueden ser consideradas como cofactores de vulnerabilidad en la
exposición o mantenimiento de comportamientos de riesgo para la
adquisición del VIH/SIDA y otras Infecciones de Transmisión
Sexual (ITS). La vulnerabilidad es mayor cuando la gente se
encuentra viviendo y trabajando en situaciones de pobreza y de
inseguridad social y jurídica, cuando carece de redes sociales
de apoyo, cuando realiza actividades o trabajos socialmente
estigmatizados y marginales. Este tipo de situaciones son las
que suelen afectar a las y los trabajadores sexuales
Desde esta
página tenemos el claro propósito de facilitar a las personas
transexuales un servicio de información sobre la prevención del
VIH/SIDA. Creemos que es importante concienciar a las mujeres y
hombres transexuales sobre la importancia de mantener unas
relaciones sexuales sanas y responsables, facilitar información
sobre recursos para personas seropositivas al VIH, donde hacerse
la prueba, profilaxis-postexposición no ocupacional, noticias
sobre VIH/SIDA, programas de reparto gratuito de preservativos y
lubricante, documentos sobre salud sexual….
Empezamos a
prestar este servicio desde esta página Web. El portal
transexual más visitado de este País y de América Latina. Desde
el área de salud integral de la FELGT y desde carlaantonelli.com
comenzamos este proyecto que todos los meses iremos ampliando.
Queremos
empezar agradeciendo a todas aquellas personas y colectivos que
han trabajado y trabajan por la salud de las personas
transexuales y esperamos que esta iniciativa sirva para
proporcionar recursos que faciliten a las personas transexuales
las habilidades necesarias para prevenir el VIH/SIDA.
Casi 10.000 llamadas primer semestre teléfono información sida
El teléfono de
información gratuita a los ciudadanos sobre sida recibió 9.611
llamadas en su primer semestre de funcionamiento, de enero a
junio, de las cuales el 51 por cien estuvieron relacionadas con
prácticas sexuales, principalmente heterosexuales.
EFE-.
Favorecer la prevención, mejorar la educación sanitaria de la
población y evitar la discriminación de las personas afectadas
es el objetivo de este servicio que se puso a funcionar en
diciembre de 2005, y cuya gestión desarrolla la Cruz Roja
Española mediante contrato con la Secretaría del Plan Nacional
sobre el Sida, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo.
El secretario
general de Sanidad, José Martínez Olmos, en declaraciones a Efe,
insistió en la confidencialidad de las llamadas, como
característica más relevante del teléfono, además de la
profesionalidad de las personas que lo atienden, al tratarse de
'psicólogos, médicos y voluntarios de la Cruz Roja con
conocimiento de la enfermedad para poder hacer una educación
sanitaria eficaz'
De las 9.611
llamadas recibidas en el primer semestre del año,el Ministerio
de Sanidad informa en una nota, que el 97 por ciento eran de
ciudadanos españoles, el 79 por ciento de hombres y el 25% de
jóvenes de entre 26 y 30 años.
Cómo, cuándo y
dónde solicitar las pruebas (39,5 por ciento) y las vías de
transmisión (38 por ciento), especialmente las relacionadas con
la transmisión sexual, son los dos grandes bloques respecto al
tipo de información solicitada en este número.
En relación
con las vías de transmisión, la mayoría de las consultas se
centraron en los síntomas que presenta el sida y en preguntas
acerca de en qué consiste la enfermedad, ya que muchas personas
llamaron con la angustia de creer haber mantenido algún tipo de
práctica de riesgo y con urgencia sobre soluciones.
La técnico del
programa de drogodependencia y sida, María Ruíz, afirmó que se
intenta que este teléfono 'tenga la mayor difusión porque en un
momento dado a cualquier persona le puede surgir una duda'.
Además,
resaltó que muchas llamadas tienen que ver con 'prácticas que no
son de riesgo y, que parece que todos lo sabemos, pero que sin
embargo las personas llaman preocupadas y preguntado'.
También se
consulta con frecuencia dónde han de dirigirse para recibir
atención, así como qué organizaciones de afectados u ONG tratan
sobre este tema.
El
teléfono 900 111 000
es de ámbito nacional, está operativo de 10:00 a 20:00 horas, de
lunes a viernes, y garantiza absoluta confidencialidad y
anonimato.
Además del
teléfono, los ciudadanos pueden también solicitar información a
través de la dirección de correo electrónico
informacionvih@cruzroja.es.
Desde el
Ministerio de Sanidad se advierte que información y prevención
siguen siendo la mejor arma contra el VIH, enfermedad que afecta
a más de 40 millones de personas en todo el mundo y a entre
120.000 y 150.000 españoles.
En relación
con esta cifra, Martínez Olmos destacó que 'lo más importante es
el porcentaje de esta personas que todavía no saben que están
infectadas' y en ese sentido, hizo un llamamiento a que todas
las personas que consideren que han tenido prácticas de riesgo,
con toda la confidencialidad que garantizan los servicios
sanitarios, vayan a realizarse la prueba de detención del sida.
Por otra
parte, insistió en la importancia de que las relaciones sexuales
sean protegidas, puesto que 'una de las vías de contagio del
sida es la vía sexual', y mencionó la 'utilización del condón y
las jeringuillas de un solo uso para personas drogodependientes'
como 'los elementos fundamentales para disminuir la prevalencia
en el mundo del VIH'.
El estigma y
la discriminación condensados en una transexual india portadora
del VIH
Noorie
personifica la discriminación y estigma que marca a los
portadores del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en
todo el mundo. La persecución que Bill Clinton y Bill Gates han
denunciado perpetúa el sida.
EFE-.
Con su sari naranja y su larga cabellera negra, Noorie es una
más de los miles de delegados que deambulan desde el 13 de
agosto por el Centro de Convenciones de Toronto, participando en
la mayor cumbre mundial sobre el sida.
Algunos son
científicos, otros funcionarios o trabajadores de organizaciones
no gubernamentales. Hay activistas, políticos y representantes
de farmacéuticas. Y portadores del virus.
Pero Noorie
resume en su cuerpo la problemática social del VIH/sida en los
países en desarrollo.
Noorie es una
transexual, una mujer nacida en el cuerpo de un hombre,
portadora del VIH en un país donde la homosexualidad y el sida
provocan ostracismo y persecución.
'A los 8 años,
mi familia y yo misma, empezamos a observar cambios en mi
comportamiento' explica a Efe Noorie.
Dos años más
tarde, su familia no tuvo más remedio que reconocer la
realidad.
'Se enfadaron
conmigo, me preguntaban porqué me comportaba como un niña. Mi
madre no dejaba de llorar. En algún momento parecieron
dispuestos a aceptar que su hijo era una niña, pero los vecinos,
la comunidad, presionaban. Era una tortura', continúa Noorie.
A los 13 años
tuvo que dejar su hogar, echarse a la calle, malviviendo de la
prostitución. 'No había otra opción, es el destino de nuestra
gente'.
Para Noorie,
la discriminación le empujó al abismo en el que sólo encontró el
VIH.
En 1987, una
año después de que se detectase el primer caso de VIH en el
país, Noorie descubrió que portaba el virus de la
inmunodeficiencia humana.
Si su vida
hasta entonces había sido la de una paria, la situación empeoró
tras el diagnóstico.
Mientras el ex
presidente estadounidense Bill Clinton, el multimillonario Bill
Gates y la gobernadora general de Canadá hablaban en la cumbre
del sida de la discriminación y estigma que marcan a los
portadores del VIH, Noorie se encontraba a poca distancia.
Clinton
solicitaba un 'agresivo esfuerzo contra el estigma', Gates
denunciaba la discriminación y Michaelle Jean, la gobernadora
general de Canadá nacida en Haití, se refería al estigma.
'El sida no
conoce fronteras ni tiene ningún respeto por nuestros prejuicios
o la forma en que excluimos y abandonamos los unos a los otros.
¿No es eso suficiente razón para poner esos prejuicios a
descansar y unirnos para luchar esta amenaza universal' dijo
Jean.
Las palabras
de Jean, Gates y Clinton parecen sacadas del libro de la vida de
Noorie.
Tras tocar
fondo, en 1992 Noorie empezó a trabajar en organizaciones no
gubernamentales como trabajadora social, atendiendo a
prostitutas, transexuales, homosexuales, portadores del virus.
Todo aquel que era rechazado por la sociedad india.
Pero
descontenta con la forma en que las ONG 'no se implicaban con
los más necesitados', en el 2001 inició su propia organización,
SIP+ (South India Positive Network, Red Positiva de India del
Sur) de asistencia.
Ahora SIP+
presta servicios a casi 2.000 seropositivos, 'sin importar si
son homosexuales, transexuales o heterosexuales'.
Desde 1987
hasta hoy Noorie reconoce cambios, sobre todo en el acceso a
medicamentos para los portadores del VIH y los enfermos del
sida, ahora mucho más fáciles de conseguir.
Pero lo que
permanece es la discriminación y estigma.
'Mi problema
como transexual es acceder a los servicios sanitarios. Hay un
sentimiento general que todos los transexuales son VIH
positivo', dice Noorie.
'Y los
doctores no tienen instalaciones para el tratamiento por lo que
muchos tienen el miedo a la transmisión de la enfermedad y
rechazar atendernos'. |